Pérdida de la audición en adultos mayores

La pérdida de audición es un padecimiento cada vez más común asociado con el envejecimiento. Según la Asociación de Pérdida Auditiva de América, uno de cada tres adultos mayores de 65 años sufre algún tipo de pérdida auditiva.

Este número podría mejorarse mediante una mayor concienciación y realización de pruebas, alternativas de audífonos más asequibles y una mejor prevención de la pérdida de audición en adultos mayores. Usa la siguiente guía para aprender más sobre la prevención y el tratamiento de la pérdida de audición.

¿Qué causa la pérdida de audición en adultos mayores?

Muchas personas sufren una pérdida de audición progresiva a medida que envejecen. Esta lenta pérdida de audición se conoce como presbiacusia. La pérdida de audición afecta a cada persona de manera diferente y puede ser consecuencia de varias causas diferentes, entre ellas: 

• La exposición prolongada a ruidos fuertes a lo largo del tiempo
• Predisposición genética a la pérdida de audición
• Infecciones virales y bacterianas
• Accidentes cerebrovasculares
• Algunos problemas cardíacos
• Lesiones o tumores en la cabeza

Algunas personas también pueden perder la audición con el tiempo debido a la pérdida de las pequeñas células ciliadas dentro del oído. Estas células ciliadas ayudan al cerebro a interpretar las ondas sonoras, sin embargo, dichas células pueden llegar a morir o sufrir daños a medida que envejeces. Estas células ciliadas no vuelven a crecer, por lo que cualquier daño auditivo causado por ello es, desafortunadamente, permanente.

Señales de pérdida de audición en adultos mayores

Muchas señales de pérdida de audición son sutiles y provocan que las personas con problemas de audición no se den cuenta del problema.

Hay algunos factores adicionales que contribuyen a la pérdida de audición no diagnosticada.

• La pérdida de audición relacionada con el envejecimiento se desarrolla lentamente y puede pasar desapercibida durante años.
• Dos tercios de los médicos no incluyen un examen de audición como parte de un examen físico de rutina, lo que facilita que la pérdida de audición pase desapercibida.
• Muchos adultos mayores se niegan a aceptar su pérdida de audición. 

Algunos indicadores tempranos de la pérdida de audición pueden incluir: 

• Aumento constante del volumen de la televisión o la radio
• Dificultad para escuchar a la gente hablar en lugares ruidosos como restaurantes
• Respuestas incorrectas o irrelevantes por no haber entendido una pregunta
• Facilidad para entender a alguien cuando puedes ver su cara mientras habla
• Pensar que todo el mundo murmura o habla en voz baja
• El hecho de pedir a los demás que repitan lo que han dicho con frecuencia
• Sensación de cansancio o de estrés por tratar de escuchar
• No ser capaz de oír cosas como los golpes de puerta o los despertadores
• Dificultad para mantener una conversación telefónica
• Una tendencia a girar un oído hacia un hablante para oírlo mejor

Cómo la pérdida de audición puede afectar a los adultos mayores

La pérdida de audición afecta a algo más que a tu capacidad para mantener una conversación o escuchar tu programa de televisión favorito. Ten en cuenta las muchas formas adicionales en que la pérdida auditiva puede influir en tu vida. 

• La dificultad para escuchar puede impedir que las personas participen en conversaciones grupales o desalentarlas para que asistan a eventos sociales. Esto puede llevar a que se sientan solos o aislados y a la depresión. 
• Bienestar emocional
• La pérdida de audición puede resultar vergonzosa y frustrante, y puede provocar una baja de autoestima, ansiedad y depresión. 
• Reducción de la seguridad personal
  La pérdida de audición puede ser peligrosa cuando no escuchas cosas como las bocinas de los coches, las alarmas de humo o las instrucciones de un médico sobre tu medicación. La pérdida de audición también puede afectar a tu equilibrio y aumentar el riesgo de caídas.
• Relaciones difíciles con cónyuges y miembros de la familia
• La pérdida de audición puede provocar discusiones sobre el volumen de la televisión, acusar a los demás de murmurar y frustrar a la gente que te habla.  

Detección de la pérdida de audición

La Asociación Americana del Habla el Lenguaje y la Audición (ASHA por sus siglas en inglés) recomienda que los adultos se sometan a una prueba de audición cada década hasta los 50 años de edad y luego de cumplidos en intervalos de tres años a partir de entonces. Hay varios tipos diferentes de pruebas de audición, entre ellas:

• Prueba de habla que identifica el nivel de habla más silencioso que puedes identificar el 50 por ciento del tiempo.
• Prueba conductiva que mide tu sensibilidad auditiva y determina si tu pérdida de audición es conductiva o neurosensorial. 
• Prueba de respuesta auditiva del tronco cerebral (ABR por sus siglas en inglés) que mide la actividad de las ondas cerebrales en respuesta a los sonidos.
• Prueba de emisiones otoacústicas (EOA) que detecta la pérdida de audición al estimular el oído interno e inducir una reacción de rebote.

Prevención de la pérdida de audición al envejecer

Como cualquier problema de salud, la mejor medicina es la prevención y hay varias cosas que se pueden hacer para prevenir o ralentizar la pérdida de audición.

• Ponte tapones para los oídos cuando manejes cortadoras de césped y otros equipos ruidosos.
• Compra productos más silenciosos comparando el nivel de decibelios indicado en el paquete.
• Come bien y haz ejercicio, puesto que se ha descubierto que la pérdida de audición es dos veces más común en personas con diabetes.
• Evita fumar, ya que los fumadores son un 70 por ciento más propensos a desarrollar pérdida de audición.
• No introduzcas los hisopos demasiado profundo en el interior del canal auditivo, ya que puede llevar la cera del oído dañina más adentro. 

Conocer las señales que hay que detectar, la frecuencia con la que hay que hacerse pruebas de audición, cuáles son las opciones disponibles y cómo se puede prevenir, puede ayudar a los adultos mayores a escuchar el mundo que los rodea con mayor claridad y a llevar una mejor calidad de vida.