Por qué los hispanos son más propensos a desarrollar diabetes tipo 2

La diabetes es una enfermedad que le impide al cuerpo generar toda la insulina que necesita, o que sí se lo permite, hace que este no la utilice en la forma correcta¹. La insulina es la hormona encargada de transformar la azúcar en la sangre en energía; al no poder eliminar el exceso de azúcar allí, una persona puede empezar a sufrir de problemas del corazón, presión alta, derrames cerebrales, ceguera o problemas en los riñones, entre otros.

La diabetes es la quinta causa principal de muerte para los Hispanos en los Estados Unidos², y cuando vez los números es fácil darse cuenta por qué. La población adulta general tiene un 40% de probabilidad de desarrollar diabetes del tipo 2. Por el otro lado, los adultos hispanos tienen más de 50% de probabilidad de desarrollar esta enfermedad³, además tienden a desarrollar esta enfermedad a una edad más temprana.

Los números también cambiar dependiendo de que área de latinoamerica viene tu familia. Por ejemplo, una persona con herencia puertorriqueña tiene aproximadamente dos veces más probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 que una persona con herencia sudamericanos².

Por qué los hispanos son más propensos a desarrollar diabetes tipo 2

Ahora que estás al tanto de todas tus probabilidades como hispano de contraer diabetes tipo 2 te preguntarás: ¿por qué los hispanos somos más propensos a desarrollar esta enfermedad? Es una excelente pregunta y la respuesta está compuesta por diversos factores con papeles distintos.

En primera medida, el riesgo mayor de presentar diabetes tipo 2 surge de la genética; los hispanos cuentan con genes que incrementan la probabilidad de desarrollar esta enfermedad. No obstante, la misma es muy compleja y su conexión no está clarificada totalmente.

Por otra parte, la comida que consumes y sus cantidades juegan un papel muy importante. Algunas comidas hispanas tienen altos contenidos calóricos y de grasas. Además, ciertas tradiciones culturales alrededor de la comida también pueden ser dañinas. Por ejemplo, muchas fiestas tradicionales conllevan la presión social de comer en grandes cantidades, al punto que negar comida puede ser visto como un irrespeto. Si tienes alguna tía o abuela que, durante un quince años o fiesta de Navidad, te seguía sirviendo comida a pesar de que estabas lleno, entiendes este sentimiento.

Asimismo, existen partes de la cultura hispana que piensan que el sobrepeso es un signo de salud. Esto no solo puede causar mayor probabilidad de desarrollar diabetes, pero contribuye a las inquietantes tasas de obesidad en la comunidad. Esta creencia no solo causa que muchos hispanos coman más, también hace que los hispanos tiendan a hacer menos ejercicio que sus contrapartes anglosajonas.

Es importante que sepas que los factores de riesgo que acabamos de nombrar son generales. Estos podrían no aplicarse a personas hispanas en forma individual, ni a grupos específicos de hispanos. No obstante, si bien manejar la diabetes es un desafío al que cualquiera puede enfrentarse, por ser hispano podrías tener ciertas complicaciones extra.

Si eres un hispano que reside en los Estados Unidos, existe la posibilidad de que no puedas comunicarte completa y claramente con todos los médicos, o que ellos no comprendan todos tus valores o preferencias. De ser así, puede ser que no comprendas (o que el profesional no pueda explicarte) a la perfección todas las instrucciones del tratamiento y los cambios que debes hacer en tu estilo de vida.

Otro factor que hay que tener en cuenta, a pesar de ser menos prevalente, es que algunas culturas imponen sus propias medicinas tradicionales o naturales, limitando el uso de tratamientos comunes y científicamente comprobados. Darle prioridad a esas medicinas naturales en vez de escuchar los consejos de profesionales de la salud puede ser un grave error que con el tiempo puede afectar tu salud.

Los factores socioculturales, los ingresos económicos más bajos y el menor acceso a la educación y a la atención médica de buena calidad, son otras de los principales y más problemáticas razones por las cuales los hispanos en los Estados Unidos son más propensos a desarrollar diabetes tipo 2. Estos factores también contribuyen a niveles más altos de prediabetes, una afección en la cual el nivel de azúcar en la sangre es mayor al normal, pero sin llegar a un nivel tan alto donde ya se pueda diagnosticar la diabetes tipo 2.

Precauciones para evitar el desarrollo de la diabetes tipo 2

La diabetes es una enfermedad que no se puede curar, pero sí puede controlarse con unos simples cambios en tu estilo de vida⁴. Hay ciertos factores cruciales que pueden ayudarte a prevenir la diabetes o, si ya padeces de esta enfermedad, a controlarla.

• Realizar visitas periódicas al médico
• Mantener una dieta saludable
• Mantenerte físicamente activo
• Dejar de fumar

Está comprobado científicamente que con estos esfuerzos puedes prevenir la diabetes tipo 2, la cual no depende de la insulina o empieza cuando eres adulto. Si bien estos hábitos no te garantizarán evitar la enfermedad, serán de gran ayuda. Y en caso de que la vida te juegue una mala pasada y la desarrolles igual, mediante un monitoreo cuidadoso y constante, y una labor en conjunto a un profesional de la salud, pueden prevenirse múltiples complicaciones típicas de la diabetes.

Toda esta información es esencial para ti si eres un hispano o latino residente en los Estados Unidos. Debes cumplir todas las recomendaciones para tratar de prevenir la diabetes o de evitar complicaciones si ya la has desarrollado. Siempre tenla en mente, es de vital importancia que todos tus seres queridos también la conozcan, así como también otras personas que forman parte de tu mismo grupo.

No lo olvides: hacer chequeos de rutina con un médico especialista en diabetes, preferentemente de habla hispana, y cambiar hábitos en cuanto a la dieta y al ejercicio físico, son intervenciones imprescindibles que se realizan a largo plazo con el objetivo de reducir la incidencia, la morbilidad y la tasa de mortalidad que la diabetes tipo 2 genera en la población hispana de los Estados Unidos. Es esencial entender esta anomalía por completo para poder tratarla de la forma más eficaz posible.